Tuesday, August 23, 2011

El tiempo en los Mundos


Mundo Feérico-Mundo Espiral-Mundo Ordinario: Al tratarse de diferentes dimensiones con leyes distintas entre unas y otras, es fácil imaginar que en cada mundo existe un distinto sentido del tiempo. Básicamente, y para hacerlo más fácil de entender, una hora en el Mundo Feérico equivale a un día en el Mundo Espiral, y una hora en el Mundo Espiral equivale a un día en el Mundo Ordinario. Así pues, cualquiera que quiera traspasar la frontera del Mundo al qué, por azar, le ha tocado vivir como humano o feérico, tiene que pagar un precio una vez ha traspasado la frontera hacia un mundo con leyes distintas a la suya.
Al contrario de lo que cualquiera podría pensar, un feérico tarda lo mismo en consumirse en el Mundo Espiral, que un humano en el Mundo Feérico. ¿La diferencia? Ambos se consumen de una forma muy distinta.

De una forma muy lógica, el humano que viaja al Mundo Feérico envejecerá mucho más deprisa que los feéricos que le rodean y, cuánto más tiempo pase en él, más acusada será la diferencia hasta que el cuerpo empiece a decaer y a morirse por dentro de forma natural, sin poder regenerar la energía necesaria para compensar esta disfunción. Se dice que un mes es lo máximo que puede aguantar un humano en el mundo feérico, lo cual equivale a algo menos de un día para un feérico.

Lo contrario y no menos terrible le sucederá a un feérico que quiera viajar al Mundo Espiral si se demora demasiado en él. Cualquiera podría pensar que es una bendición ser un alma joven mientras los demás envejecen. Pero un feérico está acostumbrado a un tiempo que va a la misma velocidad de su vida, y cuando el tiempo transcurre con más lentitud que su propia vida, tendrá tendencia a consumirse a un inexorable fuego lento.

Así pues, las relaciones entre feéricos y humanos, están abocadas a la tragedia.

Sunday, August 21, 2011

Los libros perdidos


El libro de Féntar: La controversia rodea todo lo que tiene algo que ver con este libro. La leyenda más arraigada dice que dicho libro contenía las fórmulas mágicas que usaron Féntar y sus discípulos para abrir el Portal que les permitiría volver, a una pequeña parte de la humanidad, al Mundo Espiral. A partir de ahí existen muchas teorías sobre quién podría haber confeccionado el libro y para qué serviría realmente, puesto que, según las historias, después de la muerte de Féntar dicho libro desapareció.

Unos aseguran que, en este libro, aparecieron por primera vez las fórmulas mágicas necesarias para crear *Moradas y subcreaciones dentro del Mundo (mundos dentro de mundos). Ahora esas fórmulas pasan de generación en generación, entre las Órdenes, de forma oral.
Otros aseguran que la verdadera utilidad del libro es la de abrir y cerrar Portales hacia cualquier dirección: "Espiral-Feérico / Espiral - Ordinario. Por eso se dice que si el libro fuera recuperado, podrían abrirse infinidad de Portales que podrían crear un efecto llamada entre los Lamat.

Sobre la autoría del libro también existen muchas especulaciones. Son más numerosos los partidarios de qué los Viajeros que visitaban a los humanos en el Mundo Ordinario les hubieran dado la mayoría de ideas para crear esas fórmulas, no obstante, una minoría de expertos considera que los Feéricos no tienen conocimiento alguno sobre fórmulas puesto que son capaces de crear magia directamente, sin ningún tipo de intermediario, moldeando la naturaleza misma y su esencia. Así pues, según ellos, los creadores habrían sido humanos sin intervención alguna de los feéricos.

Respecto a su paradero, hay también muchas teorías al respecto. El libro teóricamente debería pertenecer a la orden de Varmal, puesto que el autor principal de dicho libro fue Féntar, el fundador de la Órden. Algunos dicen que el libro es usado para hacer encantamientos de magia negra: vampirismo, resucitado de muertos, danzas macabras encantando bosques, etc; pero hay 2 teorías que suenan mucho más fuerte. Una señala que el libro fue quemado por los descendientes de Varmal, y que estos solamente enseñaron una pequeña parte de sus contenidos al resto de Órdenes. El resto fue transmitido entre los miembros durante cientos de generaciones hasta el día de hoy. Se dice que solamente los archimagos tienen acceso a esas fórmulas secretas, y existe un codigo que les obliga a no usarlas más que en momentos de extrema necesidad.

La otra historia asegura que Féntar, después de enseñarles todos los contenidos del libro de forma oral a sus discípulos, le regaló el libro a su íntimo amigo Meshkir, para que hiciera lo mismo con sus discípulos de Ciriol. Pero la Órden desapareció y con ella el libro.
Esta última historia es, por lo general, la más aceptada por los estudiosos, puesto que se dice que si Varmal lo tuviera en su poder, habría puesto bajo su dominio al resto de Órdenes con extrema facilidad, algo que no ha sucedido. En cambio Ciriol se considera un mito, una refundación que nunca sucedió. Y ahí es dónde entra la teoría de qué el libro de Féntar nunca existió realmente, y que lo único que existieron fueron unas formulas generales para crear moradas y submundos que ha permanecido hasta el día de hoy.

Sin embargo, la leyenda sigue muy viva y mucha gente está convencida de la existencia de dicho libro.

El libro de Meshkir: Hay más leyenda que verdad en lo que conscierne al libro de Meshkir, y muy poca gente cree en su existencia. Incluso el supuesto origen de dicho libro solamente halla su eco en una leyenda que, para muchos, es de dudosa credibilidad. Su creación se remontaría 6.000 años atrás, cuando los humanos estaban apunto de ser expulsados hacia el Mundo Ordinario. Un humano llamado Meshkir y una feérica llamada Yrian, estaban enamorados el uno del otro. El primero era un refugiado de guerra de la Orden de Ciriol, y la otra una feérica de la raza de los Folnen. Ambos se visitaban asiduamente entre los dos Mundos, Feérico y Espiral, y su romance era un fuego perenne, una caudalosa lluvia de deseo que nunca menguaba. Era, como dice la leyenda, un río que solo sabe desbordarse, una marea que solamente sabe crecer, un corazón que late por dos.
Cuando los humanos estaban siendo expulsados de Espiral por los feéricos y, además, se hallaban bajo la mortal amenaza de los Lamat, Yrian, en compañía de su amante, escribió un pequeño libro en el qué se explicaba cómo podía abrirse un Portal hacia el Mundo Feérico y penetrar en él, sin necesitar la intervención de ningún feérico, para qué Meshkir pudiera visitar a su amante siempre que pudiera estuviera dónde estuviese en Espiral. Así, cada vez que estuviera en peligro, siempre podría escapar hacia el Mundo Feérico, dónde vivía Yrian, y quedarse ahí un tiempo hasta que las cosas se calmaran.

Justo después de escribir el libro, Yrian se lo dio a su amante y ésta, justo antes de sufrir los efectos secundarios de estar en otro Mundo que no es el suyo, se fue a su tierra con la promesa que en breves volverían a verse si Meshkir conseguía escapar de las garras de los Lamat y de los feéricos que se llevaban a los humanos al exilio para protegerlos de los monstruos. Sin embargo, jamás volvieron a verse. Hay varias versiones de la misma leyenda: una dice que Meshkir fue devorado por los Lamat mientras dormía abrazado al libro, en plena noche, y otra que prefirió exiliarse al Mundo Ordinario antes que seguir con aquella historia de amor imposible, llevándose el libro con él. Sea cual sea la verdadera historia, nada vuelve a decirse sobre dicho libro.

Existen varias teorías sobre la verdadera naturaleza y utilidad del libro. Los que defienden la teoría que el libro fue llevado por el mismo Meshkir hacia el Mundo Ordinario, aseguran que fue guardado a cal y canto por sus descendientes, que decidieron llamarse todos "Meshkir" como homenaje, hasta que pudieron volver a Espiral y el último "Meshkir" pudo llevarlo de vuelta a este Mundo y así refundar la Orden de Ciriol, custodiando el libro con sumo celo.

¿Cual sería su intención al conservar el libro?

Las brumas de la leyenda, aquí, son demasiado espesas y, además, muchos creen improbable que dicho libro haya existido nunca. Se trata, simplemente, de un recuerdo romántico y melancólico de lo que fue la famosa "Traición" de los feéricos hacia la Orden de Ciriol y la dramática expulsión de los humanos hacia el Mundo Ordinario. Y también una pincelada de transparente color, casi invisible, de lo que fue la relación entre humanos y feéricos en los Días Luminosos.